A las puertas de iniciar las labores de siembra de maíz en
zona núcleo de Argentina, vemos en nuestros productores agrícolas la firma
decisión de destinar una mayor área hacia el cultivo de soja. Como se sabrá, la
soja posee en el imaginario del hombre de campo una suerte de poder ´curativo´,
incluso cuando apostar a ella se constituya como una proyectiva de altísimo
riesgo o expectativas de rentas menores.
El comportamiento de los mercados durante las últimas crisis
económicas y fiscales de alcance global ha demostrado que la capacidad de
racionalización de la demanda de maíz ha sido mucho más estricta que la que
pudo apreciarse respecto de la soja. Ante un panorama de stocks mundiales en
franco retroceso y una cosecha estadounidense que promete rindes incluso
menores a los estipulados por USDA (por
sus siglas en inglés, departamento de agricultura de los Estados Unidos) y la
reciente estimación de ProFarmer, la
demanda interna de maíz en los EE.UU. (industria avícola, cerdos, feed lot y
biocombustibles) ha podido apalancar, al menos de momento, las importantes
subas de precios.
Ante esto cabe señalar que la demanda externa es la que
motoriza y fogonea los precios de maíz y, en virtud de ello, estaríamos en
condiciones de proyectar una desaceleración en el segmento exportador. Frente a
una merma proyectada por USDA a nivel
global de casi 56 mill./tt., la situación si bien se presenta ´ajustada´ no
resulta suficiente para que la demanda convalide abiertamente los niveles de
precios. China, por ejemplo, que emplea unas 139 mill/tt de maíz en molienda,
ha desacelerado compras desde un nivel de 5 mill/tt a 2 mill/tt. entre julio y
agosto de este año. Igualmente Japón, México y la Unión Europea (con una merma
en las importaciones de cerca de 2 mill/tt.).
A nivel local, vemos al sector exportador muy activo en lo
que hace a las posiciones de cosecha y los ritmos de embarques, a pesar que la
liberación de ROE verde maíz viene realizándose de manera cautelosa por parte
del gobierno.
La tabla de abajo muestra la situación de compras y ventas
de la exportación quien, tal como puede verse, lleva un adelanto respecto de la
campaña 2010/2011 del orden del 12,5% en cuanto a las compras totales se
refiere. Si a este panorama le agregamos el aumento del 5,7% en el empleo de
maíz en molienda para mercado interno, vemos que los niveles de precios en el
mercado disponible tenderían a sostenerse o a aumentar de no ser por la
lentitud en la liberación de los cupos para exportar por parte del gobierno
nacional.
*fuente: elaboración propia en base a datos proporcionados por DIMEAGRO al 15/08/2012
La clave para ese retraso en los niveles disponibles respecto de los
de cosecha nueva (180 dls/tt vs 200 dls/tt en marzo/abril) radica, como puede
verse en la tabla de abajo, en los ritmos de embarques de exportación.
*fuente: elaboración propia en base a datos proporcionados por DIMEAGRO al 15/08/2012
La lógica
del mercado resulta muy precisa, ya que una buena parte de los compromisos
externos asumidos en maíz ya han sido materializados y la mercadería se
encuentra comprada por el exportador o entregada en puertos (con precio a
fijar).
>francisco roldán