De acuerdo a Open Markets, una publicación periódica de CME Group (grupo que nuclear entre otros a CBOT o Chicago Board of Trade), la matriz de formulación de los precios de los alimentos para compañías estadounidenses con alcance global, está siendo mayormente determinada por una serie de hechos o factores, muchos de los cuales fuimos analizando a través de varias publicaciones en este blog.
Entre los puntos que estos analistas de CME Group tienen en
cuenta, podemos señalar los siguientes:
-situación climática
-demanda global
-política de biocombustibles
-limitaciones agronómicas (áreas de cultivo, plagas y enfermedades)
-factores macroeconómicos y evolución de los mercados
externos (dólar, tasas, otros commodities)
-políticas gubernamentales
-costos de generación y distribución de energía
-situación geopolítica
-situación y evolución de los stocks mundiales de granos
La interacción de esta matriz que hace a la formulación de
los costos de los alimentos, ha generado una escalada de precios al consumo que
es difícil de sobrellevar sin una estrategia de cobertura de riesgo de precios,
utilizando el mercado de futuros y opciones agrícolas. De no haberse apalancado el riesgo ´precio´ a lo largo del año 2008, dicha variable habría sobrepasado holgadamente las expectativas o proyecciones del mismo tenidas en cuenta para el año 2013. No obstante ello, los niveles de precios durante ese período asumieron un matiz preocupante tanto para industrializadores como para consumidores.
En el orden local, si analizamos detenidamente el ítem de políticas gubernamentales, semana pasada el gobierno de CFK
implementó un incremento a las retenciones para biocombustibles. En el caso de
los combustibles elaborados a partir de aceite de soja, dichas retenciones
pasaron de 14% a 24,2%, hecho que redundaría en un aumento en la recaudación fiscal
anual de unos 380 mill./dls.
Asimismo, la secretaría de energía estableció el precio del
biocombustible para el mercado interno en 4.405,3 $/tt de biodiesel, frente a los
5195 $/tt correspondientes al último valor de referencia publicado por dicho
organismo. Este corrimiento en las franjas de precios representa una caída del
15%. De esta manera, la industria de biocombustibles en Argentina se encuentra
de aquí en adelante frente a una delicada situación financiera, debido a las
cuantiosas inversiones realizadas para la instalación y puesta en marcha de las
plantas de procesamiento y elaboración, donde jugadores del peso de Cargill, Dreyfus, Vicentín
entre otros, han llegado a acumular unos 1000 mill/dls de inversión a lo largo
de los últimos cinco años.
>francisco roldán
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